domingo, 4 de noviembre de 2012

IDENTIDAD CRISTIANA


IDENTIDAD CRISTIANA

La  Iglesia de hoy necesita menos maestros y mas testigos  decía su santidad el Papa Pablo VI, eso es lo que estamos sufriendo en nuestra Iglesia tenemos muchos Doctores y personas letradas pero que muy poco o nada de experiencia de DIOS.
Esta breve introducción es un indicio general del como nuestra Santa Iglesia carece de identidad, teniéndola como el conjunto de características por las que se reconoce una cosa o persona ,esta insuficiencia empieza a palparse  por los clérigos y lamentablemente nuestros fieles padecen lo mismo, sin exceptuar a los que estamos en camino al presbiterio. Esta identidad  podría deberse al aumento de la secularización que se vive en la actualidad, en un mundo donde el creer en Dios es algo anticuado y “pasado de moda”.
La característica propia del cristiano ha de ser vivir el amor, el amor para con Dios y vivir en esa continua unión con el Creador, para con las demás personas y con la comunidad en que se encuentra, pues hoy se vivencia la carencia de amor que se tiene para con el prójimo, cumpliéndose proféticamente las palabras del Señor “la caridad de muchos se enfriara” (Mt 24,12) vemos un mal llamado mendigo y le ignoramos, tenemos un corazón de piedra  y no nos conduelen las necesidades del hermano. Otras distinciones claras del cristianismo deben ser la fe y la esperanza. La fe en un Dios vivo, en un Dios que no se ha quedado en una tumba sino que por la gracia del Espíritu ha resucitado, “certeza de lo que no se ve y esperanza de lo que se espera” (Fil) debe ir en comunión con la esperanza en las promesas de Nuestro Señor Jesús. Esta es la carencia de en los cristianos, un déficit en las virtudes teologales, columnas que dan vida y sostienen al creyente, pero que si hay carencia o no se tienen no se va a mostrar la verdadera identidad de un buen cristiano.
Es allí donde entra la Iglesia al apreciar este problema de identidad, debe ser medianera entre Dios y el hombre, permitir que el hombre conozca y viva realmente las palabras del Evangelio, y a partir de ellas tome conciencia de como realmente se debe mostrar el rostro de Dios. Ella debe colocar  sus funciones de Diaconía, Koinonia, Martiria y Liturgia en pos del hombre. La Iglesia cumple misión por lo que hace para la salvación del hombre, teniendo mas relevancia de lo que dice o piensa, ella debe crear nuevos métodos que ayuden a alas personas al conocimiento de Dios, como lo dice el apóstol Santiago “la fe sin obras es una fe muerta” (Sgto  2,17), a eso esta invitada la Iglesia a ser cooperadora en la adquisición de la verdadera identidad del hombre. Teniendo en cuenta la tarea evangelizadora y misionera de la iglesia y el mandato de hacer discípulos a todos los hombres, el clero no es el único ente encargado de la acción misional de la iglesia, se recomienda el trabajo mancomunado con los fieles laicos.
Uno de los puntos relevantes por los que podríamos iniciar esa tarea de evangelización  seria  el  mejorar  la religiosidad  popular, la cual  ha sido el sostén de nuestra iglesia latina, así lo dice el Santo Papa Benedicto XVI en el discurso inaugural en  Aparecida, tomando los aspectos mas relevantes de la misma pero a su vez empleándola para despertar en nuestra gente el deseo de ser verdaderos cristianos, cristianos radicales, convencidos de lo que creen y mas aun en quien creen ,esto se puede llevar a cabo a través de la diaconía, prestando un servicio  a la comunidad  en  el amor, de la martiria el anuncio de la Palabra de Dios y de la koinonia, comunión en la oración, comunión en la fracción del pan (Eucaristía) y en la solidaridad con las necesidades del hermano (Hch 2,42), lugares en donde  se llegue atener ese encuentro de “ojos abiertos y corazón palpitante”  como lo decía el Sumo Pontífice Juan Pablo II.
Ya que todos formamos en Cristo un solo cuerpo, siendo el la cabeza del cuerpo ,nosotros debemos ver en Él, el verdadero rostro cristiano, un rostro de amor  con los pobres ,un rostro de misericordia para con aquellos que han caído en pecado, un rostro de esperanza en la patria celestial, de amor y perdón para con aquellos que nos hacen mal. Y tener ese mismo Espíritu que lo movía Él a la intimidad con el Padre en la oración, a enseñar la buena nueva y proclamar el año de gracia del Señor (Lc 4,18).
Así como Jesús  en la oración sacerdotal le pide al  Padre que sean uno de igual manera Él nos invita a ser uno con Él, a través del cumplimiento de los mandamientos, de los medios eficaces para nuestra salvación, los sacramentos, administrados por su Iglesia y guardando sus palabras y poniéndolas por obra como se mencionaba anteriormente. Teniendo ese verdadero rostro de cristiano ayudaremos a  hacer de otras personas discípulas-misioneras.

COHERENCIA DE VIDA EN EL CATEQUISTA


COHERENCIA DE VIDA EN EL CATEQUISTA

Hoy día los catequistas  con su testimonio de vida y adecuada formación tienen en sus manos la gran responsabilidad de la evangelización de nuestras gentes, el ser discípulos misioneros como nos lo presenta la V Conferencia Latinoamericana del Episcopado. Como catequistas se  requiere cierto perfil  que debe ir en consonancia con una buena formación.   
El primer aspecto corresponde al perfil que debe mostrar todo catequista, desde las mujeres que colaboran en esta labor hasta el Obispo quien es el primer incardinado en esta  labor. Antes de hablar de este primer aspecto quiero enmarcar algo primordial y es que todo catequista deben estar animados y guiados por la acción y la acción del Espíritu Santo, quien nos enseñara a ser verdaderos proclamadores del Evangelio con nuestro testimonio (cf. Hch.1, 8), dejarnos levar hasta los confines de la tierra (cf. Mt. 28,19) por el Espíritu que conduce ala verdad plena, Jesucristo.
 El perfil en que todo catequista  se ha de cimentar se enmarca en tres pilares fundamentales: el ser, el saber y el saber hacer. El ser hace alusión a  la concordancia  de vida, se debe ser un humano creyente con fe enraizada en Cristo (cf. Mt. 7, 24), teniendo claro en que se cree, en quien se cree y para que se cree, también se necesita un catequista espiritual, que pase buenos momentos a los pies del maestro estando atento a sus instrucciones  para ver que quiere en su vida, como lo hacia “María, la cual se sentó a los pies  de Jesús para escuchar lo que Él decía” (Lc. 10,39). En este ser, el catequista debe ser una persona madura en cuanto su manera de expresarse y comportarse en los distintos lugares, tener identidad  de la tarea que realiza  y consciente de su tiempo.
Después debe saber, dar razón de su fe, como catequistas no solo debemos afanarnos por el ámbito espiritual, eso sí sin prescindir del mismo, a partir de este nuestra vida tiene que formarse en el ámbito intelectual, como decía San Agustín: la fe y la razón son las dos alas en los que debe cimentase la vida del cristiano, enunciada por Santo Tomas de Aquino, y más actualmente por el Beato Juan Pablo II, y en ejemplo  bastante claro lo es uno de los mas grandes teólogos de la actualidad el Papa Benedicto XVI, quien  tiene el justo equilibrio entre la fe y la razón. Este dar razón de su fe se forma en el conocimiento de la Sagrada Escritura, espada de dos filos palabra viva y eficaz, esta nos lleva a la fe como dice San Pablo (Heb. 4,12), eso si guiada por los lineamientos que se ofrece en la Madre Iglesia a través del Magisterio, además en la Tradición de la Santa Iglesia. Y algo muy bueno en lo que igualmente  se debe sustentar el saber del catequista es el saber los lenguajes que  actualmente se manejan, para llevar el mensaje de una manera que sea captable, sencilla y clara  por los oyentes.
Y finalmente este perfil, el catequista debe saber hacer, eso si como decíamos antes guiados por el soplo del Espíritu Santo, esta persona es un educador puesto esta formando a los educandos a él encargados, todas las personas van a encontrar en  ella palabras que le ayuden para su situación personal; El catequista también es un comunicador, comunicador de la Buena  Nueva, de paz, de  la libertad otorgada en Cristo Jesús; El catequista asimismo es un animador, aquel con la capacidad de alegrar sus catequesis, dejando a un lado  la monotonía y mediocridad; Y por ultimo un programador, que realice un programa o plan por realizar en cierto tiempo, en donde se evaluara los objetivos alcanzados y aquellas cosas por mejorar.
Después de ver como ha de ser el perfil de un catequista, el segundo aspecto corresponde a la formación que debe  tener  todo catequista,  esta formación del catequista debe ser permanente, un continuo aprendizaje dejando a un lado la superficialidad y la mediocridad, porque a ellos los vomita el Señor (cf. Ap. 3,16), que este sea promotora de la participación y corresponsabilidad de todas las personas, donde sea un solo el sentir, el pensar y un solo el actuar. En esta formación del catequista se deben ver los problemas  reales que este tiene, esta inmersos en su intimidad, ayudándole a dar solución a los mismos. En su formación se requiere que se forme un nuevo modelo de creyente, estando en el mundo, apreciando la problemática del mismo y tratando de darle soluciones, pero teniendo su confianza plena en Dios.
También se requiere que en esta formación de los catequistas haya una relación entre la teoría y la práctica, donde no solo se brinden conceptos vagos y mucha teoría sino que lleve a “una experiencia viva, de ojos abiertos y corazón palpitante” con el Señor Resucitado como lo dice el Santo Padre Juan Pablo II. Allí de la misma manera se tiene que concientizar a los catequistas a una autoformación, basada en la disciplina y amor por la misión encomendada por Dios. El catequista de este siglo tiene que tener en su corazón la presencia viva de la Trinidad, su mente doctrina de la Iglesia y  con su diario vivir tener la coherencia de vida que tanto nos falta muchos católicos cristianos.

sábado, 20 de octubre de 2012

PREDICA DEL PADRE WILSON SALAZAR


EXHORTACION APOSTÒLICA SACRAMENTUM CARITATIS


EXHORTACIÓN APOSTÓLICA SACRAMENTUM CARITATIS

Tipo de documento: Exhortación Apostólica Postsinodal

Nombre en latín del documento: Secramentum Caritatis

Traducción al español: Sacramento de la caridad

Papa que lo escribió: Benedicto XVI

Fecha: 22 de Febrero del año 2007

Motivo: Suscitar en la iglesia un nuevo impulso y fervor por la Eucaristía, que a su vez se deriva como sacramento de la caridad.

Síntesis:
La exhortación apostólica  Sacramentum  Caritatis realizada por el Sumo Pontífice Benedicto XVI nos hace ver la importancia que el sacramento de la eucaristía tiene actualmente en la vida de la iglesia, de la sociedad y en la vida  de cada persona. Este hermoso sacramento instituido por nuestro señor Jesús en la última cena  es un misterio del amor y de la caridad de Dios para con la humanidad, él cual requiere un acto de fe para poder ser creído. Al ser aceptado este sacramento tiene que ser celebrado con la mayor disposición y apertura par recibir del mismo las gracias infinitas que con él vienen, para  que finalmente este misterio pase a ser vida en nuestra vida.

En este sacramento, misterio de la fe se centra toda la vida de la Iglesia, es allí donde el mismo Jesucristo se dona al hombre ofreciéndose como alimento para la vida de todos sus hermanos, así, se demuestra el amor Trinitario y absoluto de Dios. La institución de  la Eucaristía  es el acto supremo de amor y liberación realizada por Jesús, el  Espíritu Santo  desciende sobre la ofrendas del pan y vino,  las que transforma en el Cuerpo y Sangre del Señor. Todo el pueblo de Dios reunido en torno al misterio Eucarístico ha de tener una  comunión en su manera de pensar, obrar y actuar como nos lo  demuestran las primeras comunidades cristianas . La Eucaristía es el centro y el fin de toda vida sacramental, el amor desbordante por el misterio de la caridad nos conduce a amar  los otros sacramentos, este deleite se tiene que cimentar en el seno de la familia, ya que ella juega un papel primordial en la edificación del amor por el misterio de Cristo, y para que sus hijos realicen la voluntad de Dios. Es en la Eucaristía donde el matrimonio cristiano encuentra la verdadera unidad, en  los otros sacramentos   también se ve intrínseco el amor de la Eucaristía, ella es una pre-gustación de Cristo en su reino glorioso para el hombre, y en la Virgen María apreciamos perfectamente el modo como Dios a través de los sacramentos se acerca  a la criatura humana.

Este misterio hermoso que se ha de creer también se tiene que celebrar, esta fe que decimos tener no solamente debe recaer en un profesar de labios para fuera, esta se tiene que manifestar de manera especial en el santo Sacramento de nuestra comunión, el misterio Pascual de Nuestro Señor Jesús donde se da la plena manifestación del amor y de la belleza de Dios para con la criatura humana. Como pueblo de Dios y asamblea orante teniendo como fin ultimo dejarnos hallar por la verdad, estamos llamados a participar plena y conscientemente de la conmemoración Eucarística, empezando por  los ministros consagrados quienes se invita  mostrar especial cariño por la celebración Litúrgica. En la Santa Misa se celebra una unión intrínseca entre todo el rito, el de la celebración de la palabra y la celebración de la eucaristía,  por lo cual cada parte de la ceremonia requiere de la mejor de las disposiciones y aptitudes, dando relevancia en las homilías a la Palabra de Dios y teniendo como eje central la plegaria Eucarística, la cual es el centro y culmen de toda la Eucaristía. Para vivir a plenitud este Sacramento del amor  hemos de tener un espíritu de conversión permanente que nos lleve a tener ese deseo de configurarnos cada día con Cristo. 

Este Sacramento  de caridad nos lleva a procurar el  alimento indispensable para nuestros hermanos  los enfermos, los presos y los emigrantes. Así como nuestro señor Jesús les replica a los fariseos nos dice a través de nuestro sumo pontífice que para una verdadera celebración se ha de tener disposiciones interiores que se manifiesten en los gestos y palabras realizadas antes, durante y después de la Eucaristía, para que en nuestra cotidianidad se pueda mostrar coherente mente lo dicho por nuestro romano Pontífice nuestra “la vida es transformada progresivamente por los santos misterios que se celebran”. Cabe mencionar que la adoración Eucarística “no es sino la continuación de la celebración litúrgica” en donde se solicita que se tengan estos momentos de encuentro personal o comunitario con el Señor.

Este Santo Sacramento del amor transfigura todos los aspectos de la vida de los cristianos, ya que la celebración  no solo se debe reducir al momento del rito como tal sino que este admirable sacramento se tiene que convertir en la realidad del diario vivir del individuo llevando aquello de lo que se es participe en la celebración. Para  vivir a plenitud la cotidianidad es primordial “recargar” baterías, este nuevo impulso se lleva a plenitud el día domingo, día de la conmemoración de la resurrección del Señor Jesús, el cual es fuente de libertad autentica y día de descanso para el cristiano. Para lo cual se esperaría que  “La espiritualidad eucarística abarque la vida entera” en donde cada persona se le ofrece la novedad cristiana en su situación existencial, y en donde los cristianos salen fortalecidos para llevar a cabo el anuncio del mensaje de salvación,  en el trabajo, el estudio, trasladar la buena nueva  a la cotidianidad, la cual es  destinada para todos los hombres.  Como decía el Papa Pablo VI el mundo esta cansado de los maestros, el desea testigos “Al celebrar los santos misterios debemos ser testimonios con nuestra vida”

LIBRO SAL DE LA TIERRA


SAL  DE  LA  TIERRA: SANTO PADRE BENEDICTO XVI

1) Y, una vez decidido a ordenarse sacerdote ¿nunca tuvo dudas, tentaciones, nostalgias?
RTA/ Si, claro que tuve en el sexto año de Teología me encontré a problemas y cuestiones humanos, nunca dude de lo fundamental, pero tampoco me faltaron las pequeñas crisis.
OPINIÓN: En este camino no más en sus inicios se presentan pruebas y cargas que a veces se cree que es difícil el llevarlas, pero teniendo la confianza y certeza de que así como  DIOS  me llamo y eligió para realizar esta misión también el nos dará las gracias necesarias para llevar a feliz termino la obra que ha empezado con nosotros.

2) De pequeño ¿qué le habría gustado ser? ¿Tenia a alguien a quien hubiera querido imitar?
RTA/ No hubo nadie ha quien me hubiese gustado imitar, es muy típico de los niños querer cambiar de parecer de un extremo a otro. En cierta ocasión vi un personaje pintado en la pared y pensé “cuando sea mayor quiero ser como él” pero después vi al Cardenal Faulhaber vestido de color purpura y en seguida cambie de opinión y decidí que prefería ser algo como así.
OPINIÓN: En mi vida jamás me hubiese imaginado de sacerdote, en mis proyectos estaba todo menos servirle a las personas a través del ministro consagrado, y así como lo menciona el Santo Padre, la vida del vocacionado siempre se ve enmarcada por personas que ayudan al discernimiento de la vocación para la que el Señor me tiene llamado.

3) ¿Y cómo descubrió su vocación? ¿Cómo supo que estaba destinado para esto? En una ocasión dijo:”yo estaba convencido, aunque no sabría decir por que, de que Dios quería de mi algo que solo podría llevarlo a cabo ordenándome sacerdote”
RTA/ Fue un lento proceso que iba tomando fuerza paulatinamente; tenia una vaga idea, siempre la misma hasta, que por fin  tomo forma concreta. No sabría decir fecha exacta de mi decisión .Lo que si puedo asegurar es que Dios quiere algo de cada uno de nosotros  –de mí también- empecé a sentirla desde muy joven. Sabía que tenía a Dios y quería algo de mi, ese sentimiento empezó muy pronto.
OPINIÓN: Igual que el Sumo Pontífice mi vocación no se dio por algo misterioso o extraño, fue mas bien ese deseo de corresponderle a Dios al llamado que Él me estaba realizando, me sentía feliz en  los estudios que estaba llevando a cabo, pero sentía que Dios me tenia para algo mas, mi corazón estaba inquieto y hasta que no le di la respuesta del sacerdocio mi alma no quedo satisfecha.

4) ¿Se lleva bien con su propia vida, le gusta, es un hombre feliz?
RTA/ Si, estoy muy conforme con mi vida, porque, además, vivir contrariado con la propia vida o con uno mismo  no lleva a nada, no tienen sentido. Así que estoy muy agradecido de la vida y, sobre todo, ha lo que ha sido la voluntad de Dios para  mi.
OPINIÓN: Al respecto de esa pregunta  me considero que soy feliz me gusta esto que con la gracia de Dios he construido, las decisiones que he tomado como las personas con las que me he relacionado.

5) ¿No necesitara la transmisión de la fe otro tono distinto, que suene de distinta forma?
RTA/Si, me parece que debería sonar de otro modo. Lo que importa realmente es que el predicador tenga relación interior con la Sagrada Escritura, con Cristo vico a través de la Palabra, y que actualmente este y viva nuestro tiempo, que no huya de él, que reelabore interiormente la fe. Entonces si logra expresarlo desde lo profundo de su alma, él nuevo tono saldrá espontáneamente.
OPINIÓN: Estas palabras del Santo Padre hacen alusión al consejo de Nuestro Señor Jesús, debemos cimentar nuestra vida sobre la Palabra de Dios, seguir sus consejos, obedecer sus mandamientos y enseñar a otros hermanos a que cumplan con la Palabra de Dios.

6) ¿Y Dios que quiere exactamente de nosotros?
RTA/ Dios quiere que le amemos, que seamos imagen y semejanza suya. Porque, como dice San Juan, Él es Amor, y quiere que sus criaturas se asemejen a Él, que escogiendo libremente amar como Él, y le pertenezcan, para que así resplandezca su Amor.
OPINIÓN: Lastimosamente nos hemos olvidado del amor la capacidad de amar del hombre se ha enfriado, para muchos hoy lo único que interesa es un bienestar personal y el de las personas cercanas, no nos preocupamos del hermano y mucho menos del mas importante de Dios.

7) Hace algunos años expreso su esperanza de que en la Iglesia se produjera una especie de nuevo Pentecostés. ¿Se necesitan católicos mas decididos de serlo? También dijo en otra ocasión que la Iglesia no necesita mas reformadores, sino mas santos que, desde la vitalidad de su fe, descubran un nuevo e irrenunciable compromiso cristiano
RTA/ Vamos a ver la relación  entre los dos términos: reformador y santo. Un santo ya es un reformador, en el sentido en que vivifica y purifica la Iglesia. Lo que necesitamos de realidad, son  hombres motivados por el cristianismo en lo másíntimo de su interior y que lo vivan como una gran dicha y esperanza, convirtiéndose así en personas llenas de amor, a las que nosotros, después llamamos santos.
OPINIÓN: Hoy día estamos necesitados de personas que vivan realmente el Evangelio, que encarnen realmente el mandamiento del amor, jóvenes valientes y llenos del Espíritu Santo que desde el entorno en que viven muestren el rostro de Dios.

8) Señor Cardenal, ¿Cuál es la verdadera historia del mundo? ¿Qué es lo que realmente quiere Dios de nosotros? En cierta ocasión usted escribió: <<La historia esta marcada por una polémica entre el amor y la incapacidad  de amar, esa desolación de las almas, propia de los hombres que solo reconocen valores y realidadescuantificables….Esta destrucción de la capacidad de amar produce un aburrimiento mortal. Es un veneno para el hombre. Si se impusiese, destruiría al hombre y al mundo con él>>
RTA/ Me remitía a San Agustín, él dijo que era: <<la lucha entre dos amores, el amor de Dios hasta la renuncia a si mismo y el amor propio hasta la negación de Dios>>. La historia en conjunto es la lucha entre el amor y la incapacidad de amar, entre el amor y la negación del amor. Yo creo que el autentico drama de la historia es que, siempre, en todos los frentes, al final aparece el mismo planteamiento: un si o un no al amor.
OPINIÓN: Hoy día el hombre está dando respuesta negativa al amor propuesto por Dios, pero le damos respuesta positiva a falsos amores que lo único que hacen es vaciarnos y llenarnos de tristeza, inquietud y que nos roban la paz entre ellos están el sexo, el consumismo, los vicios.

9) En una ocasión dijo que la fe cristiana no es una teoría sino un acontecimiento.
RTA/Lo esencial de Jesucristo no es que haya divulgado unas ideas-cosa que, por cierto, hizo-; lo realmente importante es que <<yo soy cristiano porque creo que eso ha acontecido>>. Dios vino al mundo y ha actuado, por tanto, se trata de una acción, de una realidad, no solo de un conjunto de ideas.
OPINIÓN: Eso es lo que hoy día nos falta a los cristianos creer realmente que Jesús actuó y obro de manera real, lamentablemente pensamos que Jesús solo dijo un mundo de ideas y nada mas. Y nosotros como seminaristas hemos de guiar a las personas a tener ese encuentro personal, real y verdadero con Jesucristo.

10) ¿No resulta sumamente agotador el trato diario con Dios? ¿No acaba cansando, harto?
RTA/ Tener trato con Dios para mi es una necesidad. Tan necesario como respirar todos los días, como ver la luz o comer a diario, o tener amistades, es parte esencial de nuestra vida. Pues es lo mismo. Si Dios dejara de existir, yo no podría respirar espiritualmente. En el trato con Dios no hay hastío posible.
OPINIÓN: Es la fuerza del Espíritu la que permite que no cojamos monotonía en nuestra relación con Dios, y si tenemos el corazón dispuesto y  somos sinceros con Dios nunca hemos tener hastío al encontrarnos con Jesús, antes al contrario esta intimidad con Él va aser un aliciente para afrontar nuestro diario vivir.

11) ¿No le ha fascinado nunca el hecho de haber llegado a ser influyente?
RTA/ Eso al principio más bien me asustaba, porque, cuando se quiere resaltar algo de si mismo  fácilmente sucede también que entre demasiado de uno mismo en la tarea. Pero colaborar y ayudar todo lo posible a la Iglesia en esta difícil situación, es algo que siempre me motiva mucho.
OPINIÓN: me llama la atención la segunda parte de la respuesta del Papa de que él desde lo que puede ofrecer el ayuda la difícil situación de cómo se encuentra la Iglesia, así también nosotros desde lo poco o mínimo que podamos hacer en pos de la edificación de la Iglesia será valioso, tanto para Dios como para los hermanos.

12) Cada vez son más los que se preguntan si la nave de la Iglesia seguirá navegando en el futuro. ¿Merece la pena embarcarse?
RTA/ Si, estoy profundamente convencido de que si. Es esta una embarcación con mucha experiencia y sin embargo joven. El diagnostico de este tiempo presente evidencia aun más la necesidad que se tiene de ella. Si esta nave queda atracada, solo Dios sabe que desastres se derivarían, que derrumbamiento de las fuerzas espirituales.
OPINIÓN: Vale la pena es la Iglesia de Cristo, vale la pena embarcarse en esta institución Divina pero administrada por personas y es el mismo Dios quien en estos y futuros tiempos va a sostener su Iglesia.